domingo, 18 de octubre de 2020

EL TEATRO NEOCLÁSICO

El teatro  era un género que interesaba y preocupaba mucho a los Ilustrados por un dos razones:


·                La intención de renovar el teatro en España: un teatro barroco con gran éxito popular por el dinamismo de la acción (Comedias de capa y espada) y la aparatosidad de los montajes escenográficos (uso de tramoyas). Sin embargo, estas obras eran cada vez más degeneradas (inverosímiles e inmorales que rozaban lo disparatado, un estilo rebuscado y artificioso y un ambiente de representación en el que predominaban la incultura, la falta de educación e incluso la violencia) contrario al principio de buen gusto.  Llegarán a tomarse medidas como prohibir determinadas representaciones.
·                Su potencialidad como forma de educar al pueblo: al teatro asistía todo el mundo, incluso aquellos que no sabían leer, y por ello se consideró pronto una forma de educar e instruir al pueblo y reformar sus costumbres.

Aunque nunca gozaron de éxito entre el público, las nuevas obras proponían:


·                Imitación del teatro clásico y respeto a sus normas (con las que había roto el teatro Barroco):
- Separación entre comedia y tragedia.
- Respeto a la regla de las tres unidades: un solo lugar, no más de 24 horas, un solo argumento, sin acciones secundarias que desvíen la atención del público.
·                Verosimilitud: Se prefieren los temas cotidianos, contemporáneos y realistas, y se produce un rechazo de los excesos imaginativos del barroco.
·                Didactismo y afán moralizador: el teatro sirve para criticar determinados aspectos de la sociedad que se quieren reformar, llegándose a poner en boca de los personajes reflexiones sobre y para ello.
·                Preferencia por la prosa (sobre todo en la comedia) y el uso de un lenguaje elegante pero coloquial y adaptado al personaje.




El principal autor de comedias neoclásicas será Leandro Fernández de Moratín, que escribió cinco, tres de las cuales tratan el mismo tema: el matrimonio forzado entre una joven y un señor mayor. Ese es el asunto de su obra más famosa, El sí de las niñas.

El sí de las niñas transcurre durante diez horas en una posada de Alcalá de Henares, a la que acude D. Paquita acompañada de su madre, dª Irene, para encontrarse con su futuro marido (escogido para ella por su madre) tras haber sido educada en un colegio de monjas. Ella tiene unos 15 años y él alrededor de 60. Dª Paquita está enamorada de un joven que ha estado meses cortejándola, que ella cree que se llama D. Félix, pero que en realidad se llama D. Carlos y es sobrino de D. Diego, su prometido, al que ha escrito contándole los planes matrimoniales de su madre y que ha acudido a la pensión sin saber que el futuro pretendiente de su enamorada era su tío y protector, con el que llevaba un tiempo distanciado. D. Diego, que ya sospechaba que Dª Paquita no estaba en realidad enamorada de él,  intercepta una carta de los enamorados, descubriendo toda la situación, y renunciando a su matrimonio con la joven para que esta pueda casarse con su sobrino y sean felices.


Como vemos, también aquí se intenta dar una función didáctica a la literatura. 

Aquí podemos ver un resumen de la representación de El sí de las niñas. 
También podemos ver aquí una representación completa de la obra en RTVE. 

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