martes, 28 de marzo de 2017

Comenzamos con el teatro...



EL LAZARILLO DE TORMES. Análisis de la obra




0. AUTORÍA. Como sabemos, uno de los grandes enigmas de la literatura castellana es la autoría de El Lazarillo de Tormes. Podemos reflexionar sobre los motivos que llevaron a su autor a ocultar su identidad. Recordad que, de hecho, este libro estuvo incluido durante mucho tiempo en el Índice de libros prohibidos por la Inquisición. Leyendo determinados tratados protagonizados por clérigos, entendemos esta prohibición que llevó, por ejemplo, a que se ocultaran ejemplares de El Lazarillo durante siglos, como el encontrado recientemente en Barcarrota. 
En cualquier caso, y hasta la demostración o hallazgo filológico del verdadero autor del Lazarillo, se ha escrito y fabulado mucho sobre este tema. Os propongo que leáis este capítulo escrito por Santiago Posteguillo sobre el posible autor del Lazarillo

1. HISTORIA. Es una autobiografía, contada bajo una forma epistolar: una carta que el protagonista escribe a una segunda persona (vuesa merced). Su intención es moralizante y de autojustificación (explicar un caso). Está teñida por la crítica social y el desengaño (precursores del Barroco). Obra realista frente a los argumentos idealizados del resto de novelas renacentistas.

Su estructura es lineal, con la sucesión de diferentes historias, organizadas en torno a los diferentes amos. Es un camino de iniciación a la vida, en un mundo dominado por el egoísmo.


2. PERSONAJES.

- Protagonista: el pícaro.

Definición de pícaro: (justificar cada una de las características con un ejemplo/episodio del libro)

1. Se caracteriza por su bajo rango social.

2. Descendiente de padres sin honra: madre / padre.

3. Se tiene que valer por sí mismo.

4. Sirve de mozo a muchos amos.

5. En la obra sufre un proceso de aprendizaje, que lo llevan de la ingenuidad a la astucia y el engaño: episodio del vino. / poste de piedra.

6. Guiado especialmente por el hambre (para sobrevivir).

7. Afán por progresar socialmente: va cambiando de amo.

8. Acaba siendo un personaje sin honra, a pesar de su estabilidad material (vende vinos y se ha podido comprar un poco de ropa), puesto que tiene un sentido práctico de la vida (justifica sus actos inmorales): cornudo.

9. Se perfila como un antihéroe (en comparación con las novelas de la época).

- Secundarios: los amos. Representan distintas clases sociales, que aparecen sistemáticamente criticadas. El pícaro es como un espectador de la hipocresía que representa cada uno de sus dueños. Ejemplos:

- El ciego: Se caracteriza por su crueldad, especialmente física.

- El clérigo de Maqueda; el buldero; el fraile de la Merced; el Arcipreste de Toledo: la clase religiosa es la que más frecuentemente retratada aparece, criticando precisamente el incumplimiento de aquello que predican.

- El escudero: perteneciente a la baja nobleza, arruinado, está guiado por las “leyes de la honra”: no puede trabajar si quiere mantener la honra de cristiano viejo. 


3. NARRADOR. Utiliza la primera persona (como es propio en la autobiografía) para justificar, con cierto humor y arrepentimiento, su vida actual. No obstante, combina la narración con el diálogo (siempre breve y con rasgos típicos del lenguaje coloquial) y pequeños monólogos. En general, utiliza un estilo caracterizado por la brevedad, la sencillez, la economía verbal y retórica, siguiendo los ideales expresivos del Renacimiento. Si bien, no podemos creer que en la autoría real del pícaro, puesto que determinados rasgos estilísticos y de humor solo pueden ser obra de un autor culto.

4. TIEMPO. Hay una doble perspectiva temporal (siempre en una época contemporánea, la segunda mitad del siglo XVI, con determinados indicadores históricos):

- Como autor, el personaje se sitúa en el presente y mira hacia atrás.

- Como personaje, se cuentan los hechos de forma cronológica, y así vamos observando la evolución del pícaro. No obstante, cada tratado tiene una duración muy dispar.

5. ESPACIO. Se trata de una novela itinerante. No obstante, otro contraste con las novelas de la época es el hecho de tratarse de espacio reales de la España del siglo XVI, con toda su miseria (Salamanca, Maqueda, Toledo…).



miércoles, 15 de marzo de 2017

ORTOGRAFÍA: Interrogativos indirectos

Una de las principales dudas ortográficas surge en torno a la tilde diacrítica en los interrogativos. En muchas ocasiones, me preguntáis por qué determinada palabra lleva tilde si no hay signo de interrogación. Se trata de oraciones interrogativas indirectas, aquellas en las que se formula una pregunta, pero sin que haya signos de interrogación expresamente escritos. Normalmente, las pistas nos las dan verbos como: preguntar, saber, dudar...

Para ilustrarlo mejor, aquí tenéis una canción (seguro que la conocéis, Cuánto me duele de Morat) plagada de interrogaciones y exclamaciones indirectas:



Aunque no encuentre razones, hoy tengo canciones que me hacen quererte.
Y aunque yo sé que hay mentiras, prefiero la herida antes que perderte.
Y aunque me duela la vida, me duele más verte si no estás conmigo.
Hoy aprendí que contigo, entre más me duele, más te sigo.
Cómo salir a la luz del día, cuando no tengo tu compañía, 
cómo seguir mi propio camino, si este dolor me hace sentir vivo.
Y no sé cuánto, no sé cuánto, voy a soportarlo. 
Y no sé dónde, no sé dónde, voy a dar sin ti. 
Y no sé cómo,no sé cómo, lograré olvidarte, 
no sabes cuánto me duele este adiós.
Contigo nada está claro, te siento tan lejos, te quiero tan cerca. 
Y aunque me quede sin nada, te quiero dar todo aunque no lo merezcas.
Cómo salir a la luz del día, cuando no tengo tu compañía, 
cómo seguir mi propio camino, si este dolor me hace sentir vivo.
Y no sé cuánto, no sé cuánto, voy a soportarlo. 
Y no sé dónde, no sé dónde, voy a dar sin ti. 
Y no sé cómo,no sé cómo, lograré olvidarte; 
no sabes cuánto me duele este adiós.
Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh
Eh Eh Eh
Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh
En este mar de mentiras, seguro algo bueno se puede pescar. (Oh Oh Oh Oh)
Aunque ya sé que es muy tarde, se me hace imposible poderte olvidar. (Oh Oh Oh Oh)
No me digas nada, no me importa la verdad. Pero mientras tanto, escucha esto una vez más.
Yo no sé cuánto, no sé cuánto, voy a soportarlo. 
Y no sé dónde, no sé dónde, voy a dar sin ti. 
Y no sé cómo,no sé cómo, lograré olvidarte, 
no sabes cuánto me duele este adiós.
Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh
Eh Eh Eh
Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh
No sabes cuánto me duele este adiós.

domingo, 12 de marzo de 2017

NUEVAS ESCRITORAS: La poesía más actual

Y para seguir indagando en la poesía hecha por mujeres, en la actualidad, os animo a que recorráis las redes sociales y encontréis nuevas voces, como estas:


miércoles, 8 de marzo de 2017

ESCRITORAS

Hoy, 8 de marzo, en recuerdo a las mujeres que trabajaron con las palabras, a las escritoras de la historia de la Literatura Castellana, aquí tenéis tres pequeñas muestras de distintas épocas:


1.    SANTA TERESA DE JESÚS.





Teresa de Cepeda (1515-1582) participó en el proceso de profunda renovación del cristianismo en el siglo XVI.
Santa Teresa se adelantó a su tiempo en la defensa de los derechos de las mujeres en el campo de la espiritualidad, entonces reservada a los hombres, y se opuso con coraje a cualquier tipo de discriminación, sin pensar en los peligros que  corría.  De hecho, la Inquisición desconfiaba de ella porque era mujer y tenía orígenes judíos.
Como escritora, desarrolló la corriente mística dentro de la renovación de la lírica religiosa de su época:

Vivo sin vivir en mí,
Y tan alta vida espero,
Que muero porque no muero.


2.    ROSALÍA DE CASTRO.




Es la más destacada representante femenina del Romanticismo español. Su vida estuvo marcada por la añoranza de su tierra, Galicia, y su especial sensibilidad ante el dolor. Su libro En las orillas del Sar es una atormentada confesión de su intimidad (como ejemplo, este poema, en el que expresa su necesidad de expresar sus anhelos de belleza y felicidad, a pesar de que la llamen “loca”)

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
3.      
Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
4.      
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?


3. GLORIA FUERTES.



Recordar a Gloria Fuertes en el centenario de su nacimiento, es hacer justicia a esta mujer poeta (no le gustaba que la llamaran “poetisa”), intelectual, feminista, ingeniosa, avanzada para su época: esta “mujer de verso en pecho” (como dice uno de sus libros).

Nota biográfica

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce mi pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendía a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

La gente corre tanto.
La gente corre tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe dónde va,
va despacio,
para pedalear
el "ir llegando".