miércoles, 23 de junio de 2021

ETIMOLOGÍAS: Tenedor

 


Es absurdo no saber cómo se dice tenedor en cualquier lengua europea porque es la misma en casi todas: fork en inglés, fourchette en francés, forquilha en portugués, forchetta en italiano, vork en holandés, forquilla en catalán, forca en gallego, furketta en maltés... Todos los idioma derivan la palabra del latín furca. Incluso las lenguas germánicas comparten palabra. Aunque no usen el vocablo latino, se refieren al tenedor con la misma palabra que emplean para llamar a lo que en castellano llamamos horca o forca: ese tridente de madera que los campesinos usaban para levantar la paja o remover la parva.

La mayoría de las lengua usa la misma palabra para referirse a la herramienta agrícola y al cubierto porque son la misma cosa. El tenedor es una versión miniaturizada. ¿Por qué en castellano usamos una palabra distinta y tan rara? Tenedor. Del verbo tener, el que tiene. Tradicionalmente, un tenedor ha sido en España una persona. ¿Cómo pasó a significar lo que en el resto del mundo se llama forca?

A diferencia de la cuchara o el cuchillo, el tenedor es un utensilio muy reciente. En el Siglo de Oro era aún una rareza al alcance de los muy ricos, y lo siguió siendo hasta la guerra napoleónica. Los pastores y la gente del campo no comieron con tenedor hasta casi el siglo XX, y fue un exotismo en muchas aldeas perdidas donde se mantuvieron fieles a la cuchara para las migas y al cuchillo para el queso. En lo que entonces se llamaba el mundo civilizado, el tenedor era una marca de distinción y elitismo. 

SERGIO DEL MOLINO, La España vacía. 

domingo, 6 de junio de 2021

LAS VANGUARDIAS.

Las Vanguardias suponen una verdadera ruptura con respecto al arte anterior.

Relojes blandos, Salvador Dalí (Surrealismo)

Definición: La palabra Vanguardia (tomada del francés avant-garde) ha servido para designar a una serie de movimientos, localizados a principios del siglo XX, que se oponen a la estética anterior y que proponen, con sendos manifiestos, concepciones profundamente nuevas del arte en general y la literatura en particular.

Principales movimientos de Vanguardia europeos: (sus características las hemos visto en clase. Para comparar estos movimientos en el arte y en la literatura, pincha aquí)

CUBISMO.
FUTURISMO.
DADAÍSMO.
EXPRESIONISMO.
SURREALISMO.

Las Vanguardias en España.

El principal impulsor de las Vanguardias en España fue Ramón Gómez de la Serna con sus Greguerías.

FUTURISMO. El Futurismo no dio frutos notables en Europa, sin embargo, abrió las puertas a temas inéditos hasta entonces y a nuevas posibilidades en el lenguaje. Así, en poetas del 27 encontramos huellas de su temática:
- Pedro Salinas escribe poemas a la bombilla y a la máquina de escribir.
- Alberti compone un madrigal al billete de tranvía y canta a actores de cine o a un portero de fútbol (Oda a Platko).
- La tecnología también es motivo de canto en la actualidad, como esta canción a la Telefonía de Jorge Drexler (seguro que a vosotros se os ocurren más ejemplos).
Aquí tenéis otro ejemplo que vosotros mismos habéis señalado. En este caso, se trata de una visión irónica de internet:


ULTRAÍSMO. Es un efímero movimiento español. Su nombre indica su voluntad de ir "más allá" del Novecentismo imperante.
Temas: antisentimentalismo, deshumanización, alusión a las máquinas o el deporte, etc.
Estilo: metáforas ingeniosas, caligramas, etc.


CREACIONISMO.
Principal autor: Vicente Huidobro (chileno).
Temas: Alejamiento de la realidad ("Los creacionistas queremos un arte que no imite ni traduzca la realidad").
Estilo: metáforas basadas en la relación arbitraria del poeta.

SURREALISMO.
Es el movimiento vanguardista más importante en España. De hecho, casi todos los autores de la generación del 27 pasan por una etapa surrealista.

Nombre: Sobre o super realidad. Hay que conquistar una verdadera vida (lo que llamamos vida solo es la cara más gris de la realidad), acceder a una realidad más alta, una suprarrealidad, que se halla como amordazada en lo más hondo de las conciencias.
El surrealismo alcanza a todas las artes:
-       Pintura: Dalí.
-       Cine: Buñuel.
-       Literatura: Lorca. Vicente Aleixandre, Cernuda, Alberti…



Dentro de la literatura, la poesía es el mejor camino para liberar esa conciencia. Esa liberación o rebeldía alcanza no solo la forma, sino también el contenido (es una revolución total):

-       Forma-Estilo. Técnicas para liberar la conciencia:
1.     Escritura automática.
2.     Ensambladura fortuita de palabras o collage (de periódicos).
3.     Reseña de los sueños (subconsciente).
4.     Metáforas insólitas, oníricas.
5.     Uso del verso libre o versículo.

-       Contenido-Temas.
1.     Liberación total del hombre (los impulsos del subconsciente de Freud, las convenciones sociales o morales de Marx…)
2.     Lo humano, lo social y lo político.


Papel del lector: ante un poema surrealista, el lector no “comprende” (racionalmente), pero puede recibir fuertes impactos que modifican su estado de ánimo y sus emociones (lo mismo ocurriría ante un cuadro, una canción, etc).

viernes, 4 de junio de 2021

PÍO BAROJA


 Pío Baroja es uno de los autores más destacados del Grupo del 98. 

De carácter tímido, solitario, huraño, muy pesimista e inconformista, nada de lo que le rodeaba le agradaba: ni las soluciones políticas, ni las creencias religiosas ni el amor. Tampoco confiaba en el futuro del ser humano. En definitiva, era un escéptico, un pesimista existencial, un misántropo. 

Sus principales novelas son: 

1. Novelas de acción: 

- Zalacaín el aventurero. 

- Las inquietudes de Shanti Andía. 

2. Novelas de reflexión: 

La busca. 

- El árbol de la ciencia.

Su estilo se caracteriza por la claridad: 

- Sencillez en la construcción de las novelas, sin un plan definido y con finales generalmente abiertos. Son reflejo de la vida, como un proceso que se está haciendo continuamente, no terminado. 

- Sencillez en el lenguaje: párrafos breves, frases cortas, vocabulario simple. 

- Descripciones dinámicas del paisaje, con pinceladas rápidas, creando vagas sensaciones. 


LA BUSCA.



ARGUMENTO: El joven Manuel, que ha pasado dos años con sus tíos en el campo, llega a Madrid, donde trabaja su madre como sirvienta en una pensión. En esta ciudad intenta Manuel buscarse la vida y para ello recorre distintos trabajos: la pensión donde trabaja su madre, la zapatería de su tío, un puesto de verduras, una tahona... Pero en todos los casos se ve obligado a marchar, hasta que queda en la calle definitivamente, sin trabajo y forzado a entrar en el mundo del hampa. Aquí conoce el hambre, la maldad, el dolor y la soledad, agravada por la muerte de su madre. 

Como el Lazarillo de Tormes, Manuel es un niño que se cría en la calle. Lo que aprende de ella bien hubiera podido conducirlo a la delincuencia: hipocresía, crueldad con los débiles, descontrol de los instintos, crimen y bajeza moral. Sin embargo, el ambiente adverso de La busca no determina, finalmente, la conducta del muchacho. 

El recorrido de Manuel acaba en un vertedero, que aparentemente representa el grado más bajo de la sociedad. Sin embargo, gracias al señor Custodio, el trapero, aprende los valores de la higiene, el orden, la disciplina y la habilidad de transformar los desechos en una manera de regeneración y contribución al progreso. 

Aunque todavía sufre un desengaño amoroso y vuelve a la calle, el final de la novela es esclarecedor: 

Todo el Madrid parásito, holgazán, alegre, abandonaba en aquellas horas las tabernas, los garitos, las casas de juego, las madrigueras y los refugios del vicio, y por en medio de la miseria que palpitaba en las calles, pasaban los trasnochadores con el cigarro encendido, hablando, riendo, bromeando con las busconas, indiferentes a las agonías de tanto miserable desarrapado, sin pan y sin techo, que se refugiaba temblando de frío en los quicios de las puertas. 

Danzaban las claridades de las linternas de los serenos en el suelo gris, alumbrando vagamente por el pálido claror del alba, y las siluetas negras de los traperos se detenían en los montones de basura, encorvándose para escarbar en ellos. Todavía algún trasnochador pálido, con el cuello del gabán levantado, se deslizaba siniestro como un búho ante la luz, y mientras tanto comenzaban a pasar obreros... El Madrid trabajador y honrado se preparaba para su ruda faena diaria. 

Aquella transición del bullicio febril de la noche a la actividad serena y tranquila de la mañana hizo pensar a Manuel largamente. 

Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, y la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía de ser de estos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan el placer en la sombra.