viernes, 22 de enero de 2021

CÁPSULAS LITERARIAS: El infinito en un junco, Irene Vallejo


 

"Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los relatos, dejamos de ser extraños."

miércoles, 20 de enero de 2021

LA NOVELA REALISTA: Vicente Blasco Ibáñez, La barraca

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Vicente Blasco Ibáñez es el novelista valenciano más destacado del Realismo. Destacan sus novelas valencianas: Arroz y tartana, La barraca, Entre naranjos, Cañas y barros.

En ellas, intenta llevar al entorno valenciano los presupuestos del Naturalismo. La mayoría de ellas muestran cómo la tierra y la dureza de las condiciones de vida determinan el carácter y la actuación de los personajes (muchas veces violenta), es decir, el tema del determinismo social. 
Vamos a conocer el argumento de La barraca a partir de la lectura de algunos fragmentos: 


"El libro se desarrolla en la Valencia rural de finales del siglo XIX. Describe con precisión las duras condiciones de vida de la población campesina y agrícola. El tío Barret se ve imposibilitado de seguir trabajando la huerta que habían cultivado sus antepasados durante generaciones al no poder pagar el arrendamiento al propietario de la tierra, D.Salvador. Como consecuencia, todos los vecinos de la aldea, con Pepeta y Pimentó a la cabeza se conjuran para impedir que nadie vuelva a trabajar en esa parcela.
Hasta que llega Batiste y su familia (su mujer Teresa y sus hijos RosetaBatistet y Pasqualet más dos pequeños a los que nunca se pone nombre) que, acuciados por la necesidad, se instalan en la finca abandonada y acceden a cultivarla a cambio de dos años de carencia en el pago del arrendamiento correspondiente. A partir de ese momento se verán infatigablemente acosados por el resto de la comunidad, que los acusaba de plegarse a las exigencias del terrateniente perjudicando con ello los intereses del colectivo.
El hostigamiento llega a su punto culminante cuando los hijos pequeños de la familia Batiste tienen un enfrentamiento con otros niños de la aldea, como consecuencia del cual el pequeño Pasqualet fallece. Un sentimiento de culpa y compasión invade la comunidad.
Pero será temporal. Batiste se enfrenta a Pimentó en una trifulca tabernaria y pocos días después, al ser Batiste disparado, responde hiriendo de muerte a su agresor, el mismo Pimentó. Las represalias no se hacen esperar: la barraca donde habitan los Batiste es incendiada y ellos se ven en la obligación de abandonar el pueblo".
Y aquí podemos leer un fragmento de la misma (descripción detallada del ambiente, condicionante del comportamiento de los personajes):


Despertaba la huerta, y sus bostezos eran cada vez más ruidosos. Rodaba el canto del gallo de barraca en barraca. Los campanarios de los pueblecitos devolvían con ruidoso badajeo el toque de misa primera que sonaba a lo lejos, en las torres de Valencia, esfumadas por la distancia. De los corrales salía un discordante concierto animal: relinchos de caballos, mugidos de vacas, cloquear de gallinas, balidos de corderos, ronquidos de cerdos; un despertar ruidoso de bestias que, al sentir la fresca caricia del alba cargada de acre perfume de vegetación, deseaban correr por los campos.
El espacio se empapaba de luz; disolvíanse las sombras, como tragadas por los abiertos surcos y las masas de follaje. En la indecisa neblina del amanecer iban fijando sus contornos húmedos y brillantes las filas de moreras y frutales, las ondulantes líneas de cañas, los grandes cuadros de hortalizas, semejantes a enormes pañuelos verdes, y la tierra roja cuidadosamente labrada.
Animábanse los caminos con filas de puntos negros y movibles, como rosarios de hormigas, marchando hacia la ciudad. De todos los extremos de la vega llegaban chirridos de ruedas, canciones perezosas interrumpidas por el grito que arrea a las bestias, y de vez en cuando, como sonoro trompetazo del amanecer, rasgaba el espacio un furioso rebuzno del cuadrúpedo paria, como protesta del rudo trabajo que pesaba sobre él apenas nacido el día.
En las acequias conmovíase la tersa lámina de cristal rojizo con chapuzones que hacían callar a las ranas; sonaba luego un ruidoso batir de alas, e iban deslizándose los ánades lo mismo que galeras de marfil, moviendo cual fantásticas proas sus cuellos de serpiente.
(...)
En el centro de estos campos desolados, que se destacaban sobre la hermosa vega como una mancha de mugre en un manto regio de terciopelo verde, alzábase la barraca, o más bien dicho, caía con su montera de paja despanzurrada, enseñando por las aberturas que agujerearon el viento y la lluvia su carcomido costillaje de madera. Las paredes, arañadas por las aguas, mostraban sus adobes de barro crudo, sin más que unas ligerísimas manchas blancas que delataban el antiguo enjarbergado. La puerta estaba rota por debajo, roída por las ratas, con grietas que la cortaban de un extremo a otro. Dos o tres ventanillas, completamente abiertas y martirizadas por los vendavales, pendían de un solo gozne, e iban a caer de un momento a otro, apenas soplase una ruda ventolera.
Aquella ruina apenaba el ánimo, oprimía el corazón. Parecía que del casuco abandonado fuesen a salir fantasmas en cuanto cerrase la noche; que de su interior iban a partir gritos de personas asesinadas; que toda aquella maleza era un sudario ocultando debajo de él centenares de cadáveres.


lunes, 18 de enero de 2021

LA NOVELA REALISTA: Benito Pérez Galdós


En Fortunata y Jacinta Benito Pérez Galdós cuenta la historia de dos mujeres muy distintas:

Fortunata es espontánea, inculta, apasionada, enérgica,  de
clase baja
.

Jacinta es educada, refinada, delicada, angelical, elegante, de clase alta, burguesa.



Ambas están unidas por el amor de un hombre, Juan Santa Cruz, pero cada una sufre su propio "dolor":
Fortunata padece la imposibilidad de que su amor sea aceptado por las diferencias sociales.
Jacinta sufre por no poder tener hijos y saber de las infidelidades de su marido.




Al final, será precisamente el hijo el que consiga unir a ambos personajes, los dos mundos. Este final representa todo un interrogante sobre el futuro de la sociedad, una nueva y difícil esperanza. 
 



De hecho, al elegir a dos mujeres de extracción social tan diferente Galdós pretende hacer un reflejo bastante completo de la sociedad madrileña de la época (desde la más alta burguesía a la que pertenecen los Santa Cruz, a los barrios miserables y los roces con el lumpen y la marginalidad que rodean a la pobre Fortunata). 
Por ejemplo, las casas de los protagonistas se pueden seguir viendo en el Madrid actual. 

Es además una historia en la que su autor entrelaza magistralmente con los principales acontecimientos históricos de los agitados años que precedieron y siguieron a la Revolución de 1868.


Aquí tenemos un fragmento.
 A poco de acostarse notó Jacinta que su marido dormía profundamente. Observábale desvelada, tendiendo una mirada tenaz de cama a cama. Creyó que hablaba en sueños... pero no; era simplemente un quejido sin articulación que acostumbraba a lanzar cuando dormía, quizás por causa de una mala postura. Los pensamientos políticos nacidos de las conversaciones de aquella noche huyeron pronto de la mente de Jacinta. ¿Qué le importaba a ella  que hubiese República o Monarquía, ni que D. Amadeo se fuera o se quedase? Más le importaba la conducta de aquel ingrato que a su lado dormía tan tranquilo. El pérfido guardaba tan bien las apariencias, que nada hacía ni decía en familia que no revelara una conducta regular y correctísima. Trataba a su mujer con un cariño tal que... vamos, se le tomaría por enamorado. Solo allí, de aquella puerta para adentro, se descubrían las trastadas. [...]

     Pensando en esto, pasó Jacinta parte de aquella noche, atando cabos, como ella decía, para ver si de los hechos aislados lograba sacar alguna afirmación. Estos hechos, valga la verdad, no arrojaban mucha luz que digamos sobre lo que se quería demostrar. Tal día y a tal hora Juan había salido bruscamente, después de estar un rato muy pensativo, pero muy pensativo. Tal día y a tal hora, Juan había recibido una carta que le había puesto de mal humor. Por más que ella hizo, no la había podido encontrar. Ninguno de estos datos probaba nada; pero no cabía duda: su marido se la estaba pegando.







domingo, 17 de enero de 2021

TALLER DE ESCRITURA: EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES

 



 Como hemos visto tras leer la obra de Larra, los artículos de costumbres son textos en prosa que describen una situación pintoresca de nuestro país o nuestra cultura, pero con una clara intención crítica y reflexiva. En el caso de Larra, vemos que los recursos que emplea para conseguir la crítica con humor son los siguientes: 

1. Uso de la 1ª persona, para dar una visión más personal y cercana de la realidad. 

2. Breves rasgos descriptivos para ambientar la anécdota: situación en un espacio y tiempo concretos. 

3. Uso de la ironía y el sarcasmo para una crítica más efectiva. 

4. Empleo de la exageración, la hipérbole y un lenguaje frecuentemente elevado, para criticar los aspectos más bajos de la sociedad. 

Siguiendo este modelo, ahora te toca a ti:

REDACTA UN ARTÍCULO DE COSTUMBRES AMBIENTADO EN LA ACTUALIDAD, 

CRITICANDO CON HUMOR (y todos los rasgos vistos en Larra), 

ALGÚN ASPECTO DE LA REALIDAD QUE TE RESULTE ESPECIALMENTE RECHAZABLE.

Como ejemplos de temas: 

1. Uso exagerado del móvil.

2. Falta de limpieza. 

3. Incorrecto uso de la mascarilla. 

4. Falta de educación.