lunes, 16 de enero de 2017

TALLER DE ESCRITURA: Narración de un viaje



1. LECTURA: Qué pobres somos, Paulo Coelho

Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que viera cuán pobres eran las gentes del campo.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completa en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
“¿Que te pareció el viaje?”
“Fue fantástico Papá!” – dijo el hijo
“¿Viste qué tan pobre puede ser la gente?” – preguntó el padre
“¡Oh, sí­!” – dijo el hijo
“Y… ¿qué aprendiste?” – preguntó el padre
El hijo contestó:
“Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.”
“Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín… y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos y otras bellezas.”
“Que nosotros importamos lámparas del Oriente para alumbrar nuestro jardín…mientras que ellos se alumbran con la luna y las estrellas.”
“Que nuestro patio llega hasta la pared de la casa del vecino, ellos tienen todo el horizonte de patio.”
“Tenemos un pequeño pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista.”
“Que nosotros compramos nuestra comida;…ellos, siembran y cosechan la de ellos.”
“Nosotros cocinamos en estufa eléctrica…Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.”
“Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas….Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.”
“Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del valle, a los animales, a sus siembras, a su familia.”
“Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y rara es la vez que conversan conmigo.”
El padre se quedó mudo… y su hijo agregó:
“¡Gracias Papá por enseñarme lo pobres que somos!


2. ESCRITURA: NARRACIÓN DE UN VIAJE.

Ahora os toca a vosotros contar un viaje interesante que hayáis realizado. Elegid un viaje significativo para vostros, que recordéis bien, que os dejara alguna marca… A continuación, realizaremos el siguiente trabajo:

A. EXPOSICIÓN ESCRITA.

1.     Portada.
2.     Narración del viaje, siguiendo estas pautas:
a.     Estructura clara (coherencia):
1.     Presentación:
-    Fecha, lugar, duración del viaje…
-       Personas que te acompañaron…
2.     Desarrollo:
-       Orden cronológico: etapas en el viaje.
-       Ruta de los lugares visitados…
-       Destacar los momentos y lugares más importantes (breve descripción)
3.     Conclusiones personales:
-       Qué aprendiste
-       Qué te llamó la atención
-       Anécdotas interesantes
-       Recomendaciones

b.     Uso de conectores de orden (cohesión): ej. En primer lugar, para empezar, a continuación, seguidamente, más tarde, por un lado, por otro, finalmente, para concluir, por último...
c.      Vocabulario apropiado (adecuación).
d.     Repasa las reglas ortográficas (especialmente, la acentuación), para no cometer faltas.
e.     Extensión aproximada: 20 líneas.

3.     Material visual: fotografías, mapas, rutas…

B. EXPOSICIÓN ORAL.

a.     Utiliza un guion.
b.     Apóyate en recursos visuales: fotos, objetos, pizarra…
c.      Dirígete a tus compañeros utilizando un tono alto y claro.
d.     Recuerda que, al final, has de responder al turno de preguntas de tus compañeros.



FECHA DE ENTREGA Y EXPOSICIONES: A partir del 1 de febrero.

Un cuento para pensar

Qué pobres somos, Paulo Coelho.



Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que viera cuán pobres eran las gentes del campo.
Estuvieron por espacio de un dí­a y una noche completa en una granja de una familia campesina muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
“¿Que te pareció el viaje?” – preguntó el padre. 
“Fue fantástico Papá!” – dijo el hijo
“¿Viste que tan pobre puede ser la gente?” – preguntó el padre
“¡Oh, sí­!” – dijo el hijo
“Y… ¿que aprendiste?” – preguntó el padre
El hijo contestó:
“Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.”
“Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardí­n… y ellos tienen un rí­o sin fin, de agua cristalina, donde hay pececitos y otras bellezas.”
“Que nosotros importamos lamparas del Oriente para alumbrar nuestro jardí­n…mientras que ellos se alumbran con la luna y las estrellas.”
“Que nuestro patio llega hasta la pared de la casa del vecino, ellos tienen todo el horizonte de patio.”
“Tenemos un pequeño pedazo de tierra para vivir y ellos tienen campos que van más allá de nuestra vista.” 
“Que nosotros compramos nuestra comida;…ellos, siembran y cosechan la de ellos.”
“Nosotros cocinamos en estufa eléctrica…Ellos, todo lo que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.”
“Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas….Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.”
“Nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del valle, a los animales, a sus siembras, a su familia.”
“Especialmente papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mamá tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo y rara es la vez que conversan conmigo.”
El padre se quedó mudo… y su hijo agregó:
“¡Gracias Papá por enseñarme lo pobres que somos!