domingo, 24 de septiembre de 2017

"CANCIÓN DEL PIRATA", José de Espronceda

En la obra de José de Espronceda destacan sus Canciones, en las que idealiza a individuos marginados como el pirata, el mendigo, el verdugo, el reo de muerte... Todos ellos, con un código moral propio, simbolizan la libertad, tan admirada por los románticos.

Aquí tenéis la Canción del pirata: 



Con diez cañones por banda, 
viento en popa a toda vela, 
no corta el mar, sino vuela, 
un velero bergantín; 
bajel pirata que llaman 
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido 
del uno al otro confín. 
La luna en el mar riela, 
en la lona gime el viento 
y alza en blando movimiento 
olas de plata y azul; 
y ve el capitán pirata, 
cantando alegre en la popa, 
Asia a un lado, al otro Europa, 
Y allá a su frente Estambul: 
-Navega, velero mío, 
  sin temor 
que ni enemigo navío, 
ni tormenta, ni bonanza 
tu rumbo a torcer alcanza, 
ni a sujetar tu valor. 
Veinte presas 
hemos hecho 
a despecho 
del inglés 
y han rendido 
sus pendones 
cien naciones 
a mis pies. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra 
ciegos reyes 
por un palmo más de tierra, 
que yo tengo aquí por mío 
cuanto abarca el mar bravío 
a quien nadie impuso leyes. 
Y no hay playa 
sea cualquiera, 
ni bandera 
de esplendor, 
que no sienta 
mi derecho 
y dé pecho 
a mi valor 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
A la voz de ¡barco viene!, 
es de ver 
cómo vira y se previene 
a todo trapo a escapar: 
que yo soy el rey del mar 
y mi furia es de temer. 
En las presas 
yo divido 
lo cogido 
por igual: 
sólo quiero 
por riqueza 
la belleza 
sin rival. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte! 
Yo me río: 
no me abandone la suerte, 
y al mismo que me condena 
colgaré de alguna antena 
quizá en su propio navío. 
Y si caigo, 
¿qué es la vida? 
Por perdida 
ya la di 
cuando el yugo 
del esclavo 
como un bravo sacudí. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor 
aquilones, 
el estrépito y temblor 
de los cables sacudidos 
del negro mar los bramidos 
y el rugir de mis cañones. 
Y del trueno 
al son violento, 
y del viento, 
al rebramar, 
yo me duermo 
sosegado, 
arrullado 
por el mar. 
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.

Y aquí, una de las muchas versiones musicales que se han hecho de un texto plenamente actual (en este caso, una versión rap de Zent y Frank-t):



Esta otra es una versión más rockera, de Tierra Santa:



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