miércoles, 8 de marzo de 2017

ESCRITORAS

Hoy, 8 de marzo, en recuerdo a las mujeres que trabajaron con las palabras, a las escritoras de la historia de la Literatura Castellana, aquí tenéis tres pequeñas muestras de distintas épocas:


1.    SANTA TERESA DE JESÚS.





Teresa de Cepeda (1515-1582) participó en el proceso de profunda renovación del cristianismo en el siglo XVI.
Santa Teresa se adelantó a su tiempo en la defensa de los derechos de las mujeres en el campo de la espiritualidad, entonces reservada a los hombres, y se opuso con coraje a cualquier tipo de discriminación, sin pensar en los peligros que  corría.  De hecho, la Inquisición desconfiaba de ella porque era mujer y tenía orígenes judíos.
Como escritora, desarrolló la corriente mística dentro de la renovación de la lírica religiosa de su época:

Vivo sin vivir en mí,
Y tan alta vida espero,
Que muero porque no muero.


2.    ROSALÍA DE CASTRO.




Es la más destacada representante femenina del Romanticismo español. Su vida estuvo marcada por la añoranza de su tierra, Galicia, y su especial sensibilidad ante el dolor. Su libro En las orillas del Sar es una atormentada confesión de su intimidad (como ejemplo, este poema, en el que expresa su necesidad de expresar sus anhelos de belleza y felicidad, a pesar de que la llamen “loca”)

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
3.      
Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de la vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
4.      
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?


3. GLORIA FUERTES.



Recordar a Gloria Fuertes en el centenario de su nacimiento, es hacer justicia a esta mujer poeta (no le gustaba que la llamaran “poetisa”), intelectual, feminista, ingeniosa, avanzada para su época: esta “mujer de verso en pecho” (como dice uno de sus libros).

Nota biográfica

Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce mi pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendía a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

La gente corre tanto.
La gente corre tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe dónde va,
va despacio,
para pedalear
el "ir llegando".



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