miércoles, 27 de abril de 2022

COMENTAMOS: "Mientras por competir con tu cabello", Góngora



Mientras por competir con tu cabello.

oro bruñido al sol relumbra en vano;

mientras con menosprecio en medio el llano

mira tu blanca frente el lilio bello;


mientras a cada labio, por cogello,

siguen más ojos que al clavel temprano,

y mientras triunfa con desdén lozano

del luciente cristal tu gentil cuello;


goza cuello, cabello, labio, y frente,

antes que lo que fue en tu edad dorada

oro, lilio, clavel, cristal luciente,


no solo en plata o vïola troncada

se vuelva, mas tú y ello juntamente

en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.




METRICA

Se trata de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos de versos endecasílabos con rima consonante, cuya estructura es ABBA ABBA CDC DCD; es decir, tiene los tercetos encadenados.


EXPLICACIÓN DEL CONTENIDO

El tema de este poema se podría resumir en la invitación a una bella joven para que aproveche su juventud (“goza cuello, cabello, labio, y frente”) antes de que la vejez y la muerte acaben con ella.


En la primera parte, que ocupa los dos primeros cuartetos, la voz poética describe en el presente y de forma idealizada la belleza de la dama (se trata del tópico de la descriptio puellae), insistiendo en que es una situación transitoria mediante el adverbio “mientras”. Se describe la belleza mediante metáforas hiperbólicas: su pelo rubio, que relumbra más que el sol (“oro bruñido al sol relumbra en vano”); su piel, más blanca que el lirio (“mira tu blanca frente el lilio bello;”), que es menospreciado por la dama ; sus labios, que son más codiciados por los ojos que el propio clavel, y su cuello, que es más delicado y precioso que el propio cristal “luciente”.

En la segunda parte, que ocupa los dos tercetos, se desarrolla el tópico del carpe diem, aunque con matices propios del Barroco: se le insta a la dama (mediante el uso del imperativo "goza") a aprovechar esos dones corporales que hoy posee; antes de que la juventud dé paso a la vejez (“no solo en plata o vïola troncada / se vuelva”) y sobre todo a la propia muerte, que transformará el cuerpo en “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”.

Como vemos, el tema del carpe diem adopta un tono más pesimista que en el Renacimiento. Por un lado, se le dice a la mujer directamente que goce de su cuerpo de forma vitalista (“goza cabello…”), pero, por el otro, insistiendo en el contraste, se la amenaza, no ya con la vejez, sino con la muerte, tras de la cual no hay nada (“en polvo, en humo, en sombra, en nada”). Se trata de un mensaje propio del desengaño barroco. 

Otro tema importante es la visión de la mujer que aparece en el soneto. En el Renacimiento la dama era un compendio perfecto de virtudes morales y físicas; sin embargo, en este poema no es así, pues solo se señalan sus virtudes físicas, extremadas e hiperbólicas. Esta evolución en la mujer (e incluso el tratamiento de «tú») nos muestra que ya no se trata de una idealizada donna angelicata.


EXPLICACIÓN DE LA FORMA

El lenguaje barroco ya hemos visto que ocupa tanta relevancia como el contenido. En este soneto advertimos ese ornato y profusión de figuras retóricas, con las que Góngora quiere demostrar su dominio del lenguaje, apuntando ya los rasgos de su estilo, el culteranismo.  

El rasgo más sobresaliente de la poesía de Góngora es el empleo de la metáfora. En este caso,  para la descriptico puellae utiliza toda una serie de metáforas sensoriales e hiperbólicas (dentro de la exageración barroca), pues la belleza de la dama es siempre superior a los elementos de la naturaleza con los que se la compara:  cabello / oro, blancura de la frente / lirio, labio / clavel; delicadeza del cuello / precioso cristal. 

Por otro lado, Góngora intentaba crear una nueva lengua poética que se alejase de la que habitualmente se habla y para ello va a emplear diferentes recursos. En primer lugar, el hipérbaton, que supone la ruptura del orden lineal sintáctico para imitar al latín (“mientras con menosprecio en medio el llano / mira tu blanca frente el lilio bello”). Por otro lado, se hace mediante la introducción de cultismos, palabras procedentes del latín, como es el caso de “humo”, que procede de la voz latina “humus” y que es la tierra más fina y superficial. 

Una figura importante en el poema es la metonimia o sinécdoque, pues se designa una cosa con el nombre de otra con la que existe una relación de inclusión, por lo que puede utilizarse, básicamente, el nombre del todo por la parte o la parte por el todo y así vemos que se exalta al goce del “cuello”, “labio”o “cabello” cuando a quien se quiere alentar es a la dama en su conjunto. De esta forma, el poeta incide sobre los elementos corporales de la misma por encima de los espirituales, lo que nos muestra que la imagen de la mujer ya no es la donna angelicata, sino una mujer más carnal.

También resulta importante la enumeración, que es la figura retórica que consiste en exponer sucesivamente distintas realidades vinculadas entre sí como elementos integrantes de un conjunto, vinculados mediante polisíndeton o asíndeton. Y así vemos aquí el conjunto de elementos corporales que deben gozar: “cabello, cuello, labio y frente”. Estos elementos no siguen el orden con el que habían aparecido en los cuartetos, sino que es otro diferente. Este desorden sería un rasgo barroco, siempre tendente al contraste y la falta de armonía en contraposición con el Renacimiento, siempre buscando la simetría y la armonía.

Y finalmente, señalaremos la gradación, que consiste en acumular palabras o ideas cuyo significado va aumentando o descendiendo por grados, de modo que cada una de ellas expresa algo más o menos que la anterior. Así lo observamos en el último verso, “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.” Mediante esta figura, la voz poética muestra su enorme pesimismo, pues la belleza corporal acabará por convertirse en nada.


CONCLUSIÓN

Para finalizar, podemos ver en este poema un ejemplo de carpe diem, que ya aparecía en otros poemas que hemos analizado (sobre todo en el Soneto XXIII de Garcilaso). En esta creación observamos rasgos muy típicos de Góngora y del propio Barroco, pues el poema trata el tópico con un mayor pesimismo y con un vitalismo carnal alejado de la moralidad contenida del Renacimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario