domingo, 3 de marzo de 2019

LECTURA RECOMENDADA: Las lágrimas de Shiva, César Mallorquín



Muchos son los aspectos que os pueden atraer de esta novela. Contada en primera persona por Javier, se va a remontar a su infancia, el increíble verano del 69, en el que se van a conjugar diversos hechos que lo harán madurar:
-       La llegada del hombre a la Luna.
-       La primera vez que se aleja de sus padres.
-       La extraña familia de Santander, con cuatro primas, que le llevará igualmente al descubrimiento del universo femenino.
-       Las nuevas lecturas que le abrirán un mundo literario y personal hasta ahora desconocido para él.
-       Pero por encima de todo ello, un misterio en torno a un objeto muy valioso: las Lágrimas de Shiva. La curiosidad, unida a unas extrañas presencias fantasmagóricas, le van a llevar a investigar una historia del pasado, en la que los amores prohibidos se mezclan con extrañas desapariciones... La protagonista de esta historia, Beatriz, esconde unos secretos que ahora deben ser desvelados.

A su vez, es una historia que llega porque está contada con sinceridad y cariño, y a pesar de los “fantasmas”, la realidad que se describe es de una cercanía y una ternura increíbles. Nos adentramos en un pasado no tan lejano, donde las televisiones y aparatos móviles no eran necesarios para vivir la vida con intensidad. 

Un fragmento:
Una vez, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Sí, un espectro, una aparición, un espíritu; lo podemos llamar como queramos, el caso es que lo vi. Ocurrió el mismo año que el hombre llegó a la Luna; y, a pesar de que hubo momentos en que pasé miedo, esta historia no es lo que se puede denominar una novela de terror. Todo comenzó con un enigma: el misterio de un objeto muy valioso que estuvo perdido durante siete décadas. Las Lágrimas de Shiva, así es conocido aquel objeto extraviado. A su alrededor, ocurrieron venganzas cruzadas, y amores prohibidos, y extrañas desapariciones. Hubo un fantasma, sí, y un viejo secreto escondido entre las sombras, pero también hubo mucho más…
A veces, sin saber muy bien por qué, suceden cosas que nos cambian por dentro y nos hacen ver el mundo de otra manera. A menudo, se trata de sucesos triviales (…), pero a la larga acaban adquiriendo una inesperada trascendencia. Eso fue lo que ocurrió cuando mi padre cayó enfermo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario