MODERNISMO: Rubén Darío.

INTRODUCCIÓN AL MODERNISMO.

El término "Modernismo" se aplicó en el campo de las artes a una serie de tendencias europeas y americanas surgidas en los últimos veinte años del siglo XIX. En su origen, era un término despectivo referido a corrientes anticonformistas, opuestas al Realismo y Naturalismo. Sin embargo, hacia 1890, Rubén Darío lo asume con insolente orgullo.

Este movimiento se inicia hacia 1880 y su desarrollo alcanza hasta la Primera Guerra Mundial.

En su génesis, este movimiento debe sus características a dos influencias:
1. La influencia francesa del Parnasianismo y el Simbolismo.
2. La influencia española del Posromanticismo de Bécquer.

TEMÁTICA

La temática del Modernismo, unas veces más centrada en la belleza exterior y otras más atenta a la intimidad del poeta, se puede clasificar así:

1. Desazón romántica. Desarrollo de los mismos sentimientos de malestar, rechazo de la sociedad vulgar, desarraigo, soledad, hastío, tristeza, melancolía, angustia...
2. Escapismo. Huida del mundo por los caminos de la imaginación. Hay una evasión en el espacio (mundo oriental) o en el tiempo (época medieval, renacentista, clásica...)
3. Cosmopolitismo. Anhelo de buscar lo distinto, lo aristocrático, especialmente en París, meta e inspiración de tantos modernistas (los cafés parisinos, los bohemios, los dandys, las femme fatale...)
4. Amor y erotismo. Cultivo del amor imposible y, a la vez, de un erotismo desenfrenado (sensualidad, relaciones inmorales...)
5. Temas americanos e hispánicos. Frente al incipiente dominio de la cultura yanqui, hay una defensa de los temas hispánicos, raíces que unen a América con España.

ESTILO

En la base del Modernismo está el ansia de captar la belleza. Por ello, el estilo busca recoger todos los valores sensoriales como una fuente de goce para los sentidos. Así, apreciamos un prodigioso dominio del lenguaje con las siguientes características:
1. Uso de recursos que potencian los rasgos cromáticos: abundante adjetivación, epítetos, cultismos sonoros...
2. Uso de recursos que producen efectos sonoros: aliteraciones, onomatopeyas, anáforas, paralelismos...

Era un aire suave de pausados giros,

el hada Harmonía ritmaba sus vuelos,

iban frases vagas y tenues suspiros

entre los sollozos de los violoncelos.

3. Mezcla de sentidos a través de sinestesias: ej. verso azul, risa de oro, sones alados...
4. Imágenes y metáforas sorprendentes.
5. Uso de una métrica nueva, enriquecida con nuevos versos como el alejandrino, dodecasílabos..., y pies acentuales, rimas agudas o esdrújulas, rimas internas...

AUTORES

En Hispanoamérica tenemos que destacar a Rubén Darío como uno de los principales iniciadores y por su importante papel de difusión tras su venida a España.
Ya en nuestro país, destaca la obra de tres grandes autores que desarrollaron una vertiente más intimista del Modernismo: Valle-Inclán, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez (en su primera etapa).



No obstante, la mejor forma de acercarnos al nuevo movimiento literario conocido como Modernismo es a través de la lectura de uno de los poemas más conocidos de su autor más representativo, Rubén Darío. La famosa sonatina es un buen ejemplo del Modernismo más externo y colorista. 

Tenemos varias versiones, como esta, cantada y muy colorista (quizá bastante cercana a la concepción que Rubén Darío tenía de su sonatina):

Aquí tenemos otro ejemplo:

Sin embargo, y en su evolución hacia una Modernismo más intimista, aquí tenemos otro poema, la Canción de otoño en primavera, con un estribillo demoledor: