jueves, 28 de septiembre de 2017

POESÍA ROMÁNTICA I: CARACTERÍSTICAS

PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX: ROMANTICISMO.

Siguiendo el cuadro del libro de Casals, vamos a ver las características del Romanticismo correspondiente a la primera mitad del siglo XIX, a partir de la obra de Espronceda.




JOSÉ DE ESPRONCEDA.
De la vida de Espronceda, ya se pueden extraer dos de los temas centrales del Romanticismo:
-   La rebeldía, unida a las ansias de libertad, al inconformismo con la sociedad burguesa e industrializada actual, la reivindicación del yo… (agitada vida política en defensa del liberalismo)
-       El amor imposible, un amor pasional, extremo, prohibido… (relación sentimental conflitiva con Teresa Mancha)

Tras la lectura de su famosa Canción del pirata, también podemos advertir los principales rasgos temáticos y de estilo del primer Romanticismo en España:

Temas románticos:

-       Rebeldía y ansias de libertad:
1.     El pirata simboliza varios sentimientos románticos: la libertad, la rebeldía, la ausencia de normas, un código moral propio… No obstante, se destacan de él valores positivos (ej. Generosidad: “En las presas / yo divido / lo cogido / por igual: / solo quiero / por riqueza / la belleza / sin igual”)
2.     La rebeldía contra la sociedad se muestra en varios versos:


“ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor”

“que es mi dios la libertad”

“a quien nadie impuso leyes”

“mi furia es de temer”
“¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
No me abandone la suerte,
Y al mismo que me codena
Colgaré de alguna antena
Quizá en su propio navío.”

“cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí”
“que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer”

-       La fuerza de la naturaleza: la búsqueda de paisajes extremos es la expresión gráfica de los extremos sentimientos del poeta. 
1.     El viento, igualmente, es símbolo de lo libre, de lo que se deja llevar… (“gime el viento”)
2.     El mar (por contraste con la tierra) simboliza: la libertad, la falta de fronteras, lo tempestuoso, … (tormenta, trueno, rebramar…)

-       Angustia existencial. El romántico que no acepta su realidad, busca varios tipos de evasión (en el espacio, en el tiempo, a través de la imaginación, incluso mediante el sucidio). Aquí también lo vemos:
Ej. Lugares lejanos y exótivos, como forma de evasión de una realidad que no gusta: el poema hace mención a Estambul.


Estilo romántico:

-       Ritmo: La Canción del pirata se trata de un poema extenso, con un ritmo dinámico (marcado por la brevedad de los versos y la repetición del estribillo), y una rima sonora y brillante (frecuentes rimas agudas: libertad/mar).

-    Entonación expresiva, gradilocuente: con frecuentes  exclamaciones (¡Sentenciado estoy a muerte!, ¡barco viene!), vocativos (“velero mío”) y alguna interrogación retórica (¿qué es la vida?)

-       Sintaxis desordenada / Hipérbaton (alteración del orden lógico de las palabras), para refleja ese retorcimiento e ímpetu románticos: “son mi música mejor / aquilones”

-      Léxico: en este caso, destaca el vocabulario relacionado con el mar, creando así una atmósfera que describe perfectamente el espacio (viento en popa, vela, bergantín, bajel, pirata, lona, velero, navío, tormenta, …)

-       Recursos retóricos:
1.     Aliteración y onomatopeya: se busca reflejar la sonoridad y la fuerza del mar tempestuoso.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
2.     Paralelismo: crean también sonoridad.
Que es mi barco mi tesoro
Que es mi dios la libertad…
3. Comparaciones: como un bravo sacudí,

-       Tipo de texto: siguiendo el gusto romántico de mezclar géneros, aquí se combina momentos narrativos con líricos y dramáticos:

-       Variedad métrica (polimetría) y estrófica (consecuencia lógica de su devoción por la libertad):
Estribillo: copla (-a-a), asonante.
Primera estrofa: octavilla (8-8a 8a 8b 8- 8c 8c 8b), ocho versos de arte menor.
Cuarta estrofa: sextilla (8a 4b 8a 8c 8c 4b)

  

martes, 26 de septiembre de 2017

REPASO DE MÉTRICA


Comentando poemas del Romanticismo, hemos advertido que una de las principales características de su estilo es la polimetría y la variedad estrófica (muy acorde con sus ansias de liberarse de toda norma).
Para repasar los distintos tipos de estrofa, aquí tenéis un magnífico resumen de la métrica española.
También podéis navegar por dicha página y refrescar las figuras literarias.

lunes, 25 de septiembre de 2017

RIMAS, Gustavo Adolfo Bécquer



Atendiendo a su temática (interpretado como un poemario amoroso), en la actual edición de las Rimas, se pueden distinguir cuatro partes:

1ª Parte (Rimas I-XI):
PRESENTACIÓN DEL POETA  (habla sobre la poesía y sobre él mismo)

2ª Parte (Rimas XII-XXIX):
AMOR CORRESPONDIDO (amor ilusionado, feliz)

3ª Parte (Rimas XXX-LIV):
DESENGAÑO AMOROSO (amor frustrado, sufrimiento por la pérdida del amor)

4ª Parte (Rimas LV-LXXIX):
SOLEDAD Y MUERTE (pesimismo vital, angustia, tristeza, cercanía de la muerte).


A continuación, os dejo una selección de Rimas que leeremos y comentaremos en clase.

Rima IV.
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad, siempre avanzando
no sepa a do camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!

Rima VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda!»
Rima IX
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.
Rima X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
el cielo se deshace en rayos de oro;
la tierra se estremece alborozada;
oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas;
 mis párpados se cierran...
¿Qué sucede? 
¡Es el amor que pasa!
Rima XI
-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión;
de ansia de goces mi alma está llena;
¿a mí me buscas? -No es a ti, no.
-Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro;
puedo brindarte dichas sin fin;
yo de ternura guardo un tesoro;
¿a mí me llamas? -No, no es a ti.
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú!
Rima XIII
Tu pupila es azul y cuando ríes
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul y cuando lloras
las trasparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.
Rima XIV.
Te vi un punto, y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó
como la mancha oscura, orlada en fuego,
que flota y ciega si se mira al sol.
Adondequiera que la vista fijo
torno a ver sus pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti, que es tu mirada:
unos ojos, los tuyos, nada más.
De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fantásticos lucir:
cuando duermo los siento que se ciernen
de par en par abiertos sobre mí.
Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer:
yo me siento arrastrado por tus ojos,
pero adónde me arrastran no lo sé.

Rima XVIII
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto…, la he visto y me ha mirado…
¡Hoy creo en Dios!

Rima XX
Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.
Rima XXI

¿Qué es poesía?, dices, mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul,
¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

Rima XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡Yo no sé
qué te diera por un beso!
Rima XXIV
Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan y al besarse
forman una sola llama;
dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;
dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;
dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allí en el cielo
forman una nube blanca:
dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden…:
eso son nuestras dos almas.

Rima XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugo su llanto
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino: ella, por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún, ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá ,¿por qué no lloré yo?
Rima XXXV
¡No me admiró tu olvido! Aunque de un día,
me admiró tu cariño mucho más;
porque lo que hay en mí que vale algo,
eso... ni lo pudiste sospechar.
Rima XXXVIII
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Rima XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o abatirme!…
¡No pudo ser!
Tú eras el Océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén
¡tenías que romperte o que arrancarme!…
¡No pudo ser!
hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque…
¡No pudo ser!
Rima XLIV
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.
Rima LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas

de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar, ...
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!
Rima LVI.
Hoy como ayer, mañana como hoy, 
¡y siempre igual! 
Un cielo gris, un horizonte eterno 
y andar... andar. 

Moviéndose a compás, como una estúpida 
máquina, el corazón. 
La torpe inteligencia del cerebro, 
dormida en un rincón. 

El alma, que ambiciona un paraíso, 
buscándole sin fe, 
fatiga sin objeto, ola que rueda 
ignorando por qué. 

Voz que, incesante, con el mismo tono, 
canta el mismo cantar, 
gota de agua monótona que cae 
y cae, sin cesar. 

Así van deslizándose los días, 
unos de otros en pos; 
hoy lo mismo que ayer...; y todos ellos, 
sin gozo ni dolor. 

¡Ay, a veces me acuerdo suspirando 
del antiguo sufrir! 
Amargo es el dolor, ¡pero siquiera 
padecer es vivir!


Rima LXVI
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.




Rima LXIX.
Al brillar un relámpago nacemos,
y aún dura su fulgor cuando morimos;
¡tan corto es el vivir!

La Gloria y el Amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos;
¡despertar es morir!