BOTAS DE LLUVIA
SUECAS, HENNING MANKELL.
Tras un título
sugerente, se abre un libro que despierta unas expectativas que mezclan los
ingredientes de la tan de moda novela negra nórdica y un cierto halo poético.
Y, sin embargo, la novela te sorprende desde una perspectiva bien diferente. Se
trata de un relato cadencioso, lento y detallista, donde los detalles no son
más que notas de cotidianeidad. Un relato en primera persona sobre la vejez y
el portal hacia la muerte. Pero también sobre las ganas de vivir, y de
enamorarse, que se imponen a ese otoño e inviernos suecos por los que camina a
paso lento nuestro anciano protagonista. Y todo ello ambientado acertadamente
en una isla, que cumple con la visión de espacio solitario, desconectado,
“aislado” al fin y al cabo. Y unos pocos hechos (el incendio de la vivienda, la
llegada de la hija pródiga y la promesa de vida a través de la nieta, la
amistad con ilusiones de amor maduro…), que apenas consiguen alterar el rumbo pausado de una
vida que, ya anclada en los recuerdos,
no puede ir más rápido...
Pequeñas pinceladas que rompen la monotonía de ese invierno
sueco son las instantáneas del viaje a París, visto más con los ojos del pasado
evocado de su juventud (años 60-70), que como la actual gran urbe.
El sentido del libro es ese: una advertencia sobre que el
hombre es eso, una sucesión de pasados que fluyen hacia el presente y que
intenta prolongarse con un futuro. Como decía Winston Churchill, “cuanto más
atrás puedas mirar, más adelante verás”. Así, el protagonista se explica a sí
mismo desde sus recuerdos.
El final, cuando ya te has adentrado en la atmósfera, no
alcanza la sorpresa de la resolución típica del género. Los indicios nos han
llevado a las mismas conclusiones que asume el anciano. Por ello, aceptamos con
serenidad el esperado final. Un final “feliz”, plácido al menos, tras las
peripecias seguidas.
Una novela que deja la huella de sus botas suecas.
Por cierto, es la continuación independiente de la novela
titulada Zapatos italianos. Habrá que
buscar un hueco para su lectura.
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