Si os gustan las novelas de suspense, donde habréis de jugar el juego que os plantea el escritor por descubrir un misterio o un asesino, tenéis que probar. Al leer cada uno de estos libros, vais a estar construyendo en vuestra mente una verdadera película.
La verdad sobre el caso Harry Quebert marca una forma distinta de adentrarte en el mundo de la novela negra. Dicker plantea una historia construida en varios momentos y varios espacios que confluyen hacia la resolución final del caso. Cuando empiezas, no puedes dejar de leerla.
Para mí la mejor es El libro de los Baltimore. Además de la atmósfera de misterio y secreto que encierra toda la novela, la caracterización de los personajes y el ambiente en el que viven es magistral. Es un libro extenso y quieres descubrir cuál es esa gran tragedia que se anticipa en las primeras páginas. Sin embargo, y al mismo tiempo, no quieres que acabe nunca, porque los personajes, tan cercanos, son parte de nosotros mismos.
Finalmente, su última publicación La desaparición de Stephanie Mailer recoge de nuevo la estructura de su primer libro. Tal vez resulte menos llamativo esta vez, pero es igualmente apasionante jugar a ese juego de sospechosos, con mil vueltas de tuerca, por ver si tus sospechas se confirman al final.
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