1. PLANIFICACIÓN
- Prepara bien el tema con la información necesaria para poder responder a las posibles preguntas de tus compañeros o del profesor.
- Piensa en qué conocimientos tiene tu audiencia sobre el tema, así podrás centrarte en los aspectos más relevantes.
- La duración debe ajustarse al tiempo establecido. Por eso, es importante que ensayes la presentación previamente, delante del espejo o grabándote, para saber en qué puedes mejorar.
2. EXPOSICIÓN. Divide tu exposición en las tres partes que ya hemos visto.
- Introducción
- Desarrollo
- Conclusión
3. CUESTIÓN DE PRÁCTICA
- Aunque puedes tener un soporte escrito o visual, debes transmitir la sensación de que estás hablando, no leyendo, pues eso es un claro signo de que dominas la materia.
- Cambia el tono de voz para resultar más ameno.
- Domina las pausas y los silencios.
- Ayúdate del lenguaje corporal: controla los movimientos y apóyate en los gestos para enfatizar tu exposición.
- Establece contacto visual con la audiencia.
- Evita las muletillas.
NOTA. Desde el otro lado, escucha a tus compañeros con atención, valora su exposición y trata de corregir en la tuya todos aquellos aspectos mejorables.