domingo, 20 de noviembre de 2016

LECTURA RECOMENDADA: TQMC?

TQMC? TE QUIERO MUCHO, Álvaro García Hernández. 

¿Cómo van vuestras lecturas voluntarias? Espero que todos tengáis un buen libro en vuestra mesilla de noche. Por si alguien aún anda buscando ideas, aquí os dejo una sugerencia.



El título del libro ya es suficientemente sugerente, porque... ¿sabéis qué significa TQMC?? No es tan fácil como parece. Os dejo las primeras líneas del libro para que lo averigüéis (si queréis seguir leyendo, ya sabéis que el libro está en la biblioteca del instituto).

Marta es alta para su edad, quince años, nunca le ha gustado sentarse en primera fila ni tiene nada que la haga especial. Siempre ha sabido que tiene mala suerte: su padre se fue de casa cuando ella nació, nunca la han besado y ahora se va a morir.


Y esta vez es de verdad, no como en las clases de castellano, de aburrimiento. La tarde en que el médico les explicó los análisis, Marta se encerró en el cuarto de baño, se metió en la bañera y se escribió con rotulador negro, por todo el cuerpo, todas las cosas que le hubiera gustado hacer en esta vida. Luego, cuando el agua se quedó tibia y comprobó que ya no le quedaba piel desnuda, que se había llenado el cuerpo de palabras negras, se abrazó las rodillas y se echó a llorar.

En el instituto nadie sabe nada, de hecho, nadie sabe nada de Marta; pues llegó el año pasado a mitad de curso. En el otro colegio, el de siempre, donde estaban sus pocas amigas, alguien intentó abusar de ella y la cambiaron. Su madre lo denunció. Su madre siempre denuncia a todo el mundo. Y la cambiaron de instituto a mitad de curso. Por eso nadie sabe nada de Marta. Por eso y porque Marta no habla. No mucho, total, ¿para qué? Es una chica más, a veces se ve fea y a veces guapa, pero no tiene nada de especial, bueno, sí, que se va a morir. Pero ni una sola de las cosas que se escribió por el cuerpo aquella tarde ha hecho, Marta es así, le gustaría hacer muchas cosas pero luego no hace nada. Se queda en casa, sola, se conecta al ordenador, mira las fotografías de otros, lee sus mensajes, escucha música, hace algunos deberes, ve la tele... ¿quién va a notar que Marta no está? Nadie. 

El lunes, Marta sonrió. Fue en la clase de inglés, mientras Marta imaginaba que podía detener el tiempo y... no se le ocurría qué hacer después, en ese instante de tiempo detenido apareció él y Marta sonrió. 


A partir de aquí os toca a vosotros. En cualquier caso, y recogiendo opiniones de compañeros que lo han leído: es un libro adictivo, lleno de drama, suspense y algunos toques de humor. Los personajes viven situaciones extremas, pero a la vez es fácil identificarse con ellos por cómo se enfrentan a esos problemas y a la realidad. Encontraréis además una evolución en los mismos que los llevan hasta la madurez.
¿Y qué os puedo decir del final? Solo que debéis leerlo varias veces para creeros lo que pasa.
Espero que lo disfrutéis. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Leonard Cohen...


Os dejo esta frase para reflexionar el fin de semana. El lunes os preguntaré por Leonard Cohen. 




miércoles, 2 de noviembre de 2016

JORGE MANRIQUE, Coplas a la muerte de su padre.




Para tener una visión más general de las Coplas de Manrique, aquí os dejo una selección con la que trabajaremos en clase.
Aquí tenéis también un resumen de los aspectos más significativos de la obra. 

A raíz de este libro, quiero recomendaros otro con el que tiene numerosos puntos temáticos en común: El olvido que seremos del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince. 


I

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.

II

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
por tal manera.

III

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.

...

V

Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientras vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.

...

VII

Si fuesse en nuestro poder
hazer la cara hermosa
corporal,
como podemos hazer
el alma tan glorïosa
angelical,
¡qué diligencia tan viva
toviéramos toda hora
e tan presta,
en componer la cativa,
dexándonos la señora
descompuesta!

VIII

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.
Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
que acaeçen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallescen.

IX

Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
de senectud.

...

XI

Los estados e riqueza,
que nos dexen a deshora
¿quién lo duda?,
non les pidamos firmeza.
pues que son d'una señora;
que se muda,
que bienes son de Fortuna
que revuelven con su rueda
presurosa,
la cual non puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.

XII

Pero digo c'acompañen
e lleguen fasta la fuessa
con su dueño:
por esso non nos engañen,
pues se va la vida apriessa
como sueño,
e los deleites d'acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
e los tormentos d'allá,
que por ellos esperamos,
eternales.

XIII

Los plazeres e dulçores
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta
no hay lugar.

XIV

Esos reyes poderosos
que vemos por escripturas
ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
assí, que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
e perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.
...

XVI

¿Qué se hizo el rey don Joan?
Los infantes d'Aragón
¿qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invinción
como truxeron?
¿Fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras,
las justas e los torneos,
paramentos, bordaduras
e çimeras?

XVII

¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?


LÍRICA CULTA: LOS CANCIONEROS



Cancionero de Stúñiga

Los cancioneros eran antologías poéticas en las que se reunieron las composiciones de los poetas cortesanos junto a la música que las acompañaba.




Los trovadores castellanos escriben sus composiciones cultas siguiendo el estilo provenzal del amor cortés. Recordemos algunas de sus características:

- TEMA: El amor cortés, que es un tipo de amor basado en el servicio a una dama casada de extraordinarias cualidades. Es un amor espiritual, fuente de numerosas virtudes. En este código, el enamorado atraviesa cuatro grados o etapas:
1. Feñedor: aún no se atreve a expresar su amor a la dama.
2. Precador: le expresa el amor que siente por ella.
3. Entendedor: el trovador es correspondido por la dama.
4. Drudo: son amantes en secreto.

- RECURSOS LITERARIOS:Se utiliza un lenguaje culto, con numerosos recursos que tratan de mostrar los contradictorios sentimientos ligados al amor y, a la vez, la maestría de quien hace estas composiciones (en una especie de justas poéticas). Los recursos más utilizados son:
- Antítesis.
- Paradojas.
- Derivación.
- Juegos de palabras.
- Hipérbaton.

Antes de conocer la obra más famosa de Jorge Manrique, veamos cómo también dedicó su obra al llamado amor cortés.


Diciendo qué cosa es amor

Es amor fuerza tan fuerte

que fuerza toda razón; 
una fuerza de tal suerte, 
que todo seso convierte 
en su fuerza y afición.


Es placer en que hay dolores.
 dolor en que hay alegría,
un pesar en que hay dulzores,
 un esfuerzo en que hay temores, 
temor en que hay osadía;
un placer en que hay enojos, 
una gloria en que hay pasión,
 una fe en que hay antojos,
 fuerza que hacen los ojos
al seso y al corazón

martes, 1 de noviembre de 2016

EL ROMANCERO

Para que sigáis trabajando los romances, aquí tenéis varios que habéis de clasificar según hemos estudiado en :

- Romances fronterizos y moriscos.

- Romances históricos (épica castellana).

- Romances líricos y novelescos.      
  


Romance del Cid y del juramento que tomó al rey don Alonso
ArribaAbajo En Santa Águeda de Burgos,
do juran los hijosdalgo,
le tomaban jura a Alfonso
por la muerte de su hermano.
Tomábasela el buen Cid, 5
ese buen Cid castellano,
sobre un cerrojo de fierro
y una ballesta de palo,
y con unos evangelios
y un crucifijo en la mano. 10
Las palabras son tan fuertes,
que al buen rey ponen espanto:
-Villanos te maten, Alfonso,
villanos, que no hidalgos,
de las Asturias de Oviedo, 15
que no sean castellanos;
mátente con aguijadas,
no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos,
no con puñales dorados; 20
abarcas traigan calzadas,
que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas,
no de contray ni frisado;
con camisones de estopa, 25
no de holanda, ni labrados;
cabalguen en sendas burras,
que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel,
que no cueros fogueados. 30
Mátente por las aradas,
que no en villas ni en poblado;
sáquente el corazón
por el siniestro costado,
si no dices la verdad 35
de lo que eres preguntado,
sobre si fuiste o no
en la muerte de tu hermano.

Las juras eran tan fuertes
que el rey no las ha otorgado. 40
Allí habló un caballero
que del rey es más privado:
-Haced la jura, buen rey,
no tengáis de eso cuidado,
que nunca fue rey traidor, 45
ni papa descomulgado.

Jurado había el buen rey
que en tal nunca fue hallado;
pero también dijo presto,
malamente y enojado: 50
-¡Muy mal me conjuras, Cid!
¡Cid, muy mal me has conjurado!
Porque hoy le tomas la jura,
a quien has de besar la mano.
Vete de mis tierras, Cid, 55
mal caballero probado,
y no vengas más a ellas
dende este día en un año.
-Pláceme, dijo el buen Cid,
pláceme, dijo, de grado, 60
por ser la primera cosa
que mandas en tu reinado.
Por un año me destierras,
yo me destierro por cuatro.

Ya se partía el buen Cid, 65
a su destierro de grado
con trescientos caballeros,
todos eran hijosdalgo;
todos son hombres mancebos,
ninguno no había cano; 70
todos llevan lanza en puño
con el fierro acicalado,
y llevan sendas adargas
con borlas de colorado.
Mas no le faltó al buen Cid 75
adonde asentar su campo.


Romance del Cid y los condes de Carrión
ArribaAbajo Tres cortes armara el rey,
todas tres a una sazón:
las unas armara en Burgos,
las otras armó en León,
las otras armó en Toledo, 5
donde los hidalgos son,
para cumplir de justicia
al chico con el mayor.
Treinta días da de plazo,
treinta días, que más non, 10
y el que a la postre viniese
que lo diesen por traidor.
Veintinueve son pasados,
los condes llegados son;
treinta días son pasados, 15
y el buen Cid no viene, non.
Allí hablaran los condes:
-Señor, dadlo por traidor.
Respondiérales el rey:
-Eso non faría, non, 20
que el buen Cid es caballero
de batallas vencedor,
pues que en todas las mis cortes
no lo habría otro mejor.
Ellos en aquesto estando, 25
el buen Cid allí asomó
con trescientos caballeros,
todos hijosdalgo son,
todos vestidos de un paño,
de un paño y de una color, 30
si no fuera el buen Cid,
que traía un albornoz.
-Manténgaos Dios, el rey,
y a vosotros, sálveos Dios,
que no hablo yo a los condes, 35
que mis enemigos son.


Romance de Abenámar
ArribaAbajo -¡Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma, 5
la luna estaba crecida:
moro que en tal signo nace:
no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro,
bien oiréis lo que decía: 10
-Yo te la diré, señor,
aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho 15
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese,
que era grande villanía;
por tanto pregunta, rey,
que la verdad te diría. 20
-Yo te agradezco, Abenámar,
aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!
-El Alhambra era, señor, 25
y la otra la mezquita,
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas ganaba al día, 30
y el día que no los labra,
otras tantas se perdía.
El otro es Generalife,
huerta que par no tenía.
El otro Torres Bermejas, 35
castillo de gran valía.
Allí habló el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
-Si tú quisieses, Granada,
contigo me casaría; 40
darete en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.
-Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene 45
muy grande bien me quería.

Romance de Rosa fresca
ArribaAbajo -Rosa fresca, rosa fresca,
tan garrida y con amor,
cuando yo os tuve en mis brazos
no vos supe servir, no,
y ahora que os serviría 5
no vos puedo haber, no.
-Vuestra fue la culpa, amigo,
vuestra fue, que mía no:
enviástesme una carta
con un vuestro servidor 10
y en lugar de recaudar
él dijera otra razón:
que érades casado, amigo,
allá en tierras de León,
que tenéis mujer hermosa 15
y hijos como una flor.
-Quien os lo dijo, señora,
no vos dijo verdad, no,
que yo nunca entré en Castilla
ni allá en tierras de León, 20
sino cuando era pequeño
que no sabía de amor.


La mañana de San Juan...
ArribaAbajo La mañana de San Juan
al tiempo que alboreaba,
gran fiesta hacen los moros
por la Vega de Granada.
Revolviendo sus caballos 5
y jugando de las lanzas,
ricos pendones en ellas
broslados por sus amadas,
ricas marlotas vestidas
tejidas de oro y grana. 10
El moro que amores tiene
señales de ello mostraba,
y el que no tenía amores
allí no escaramuzaba.
Las damas moras los miran 15
de las torres del Alhambra,
también se los mira el rey
de dentro de la Alcazaba.
Dando voces vino un moro
con la cara ensangrentada: 20
-Con tu licencia, el rey,
te daré una nueva mala:
el infante don Fernando
tiene a Antequera ganada;
muchos moros deja muertos, 25
yo soy quien mejor librara;
siete lanzadas yo traigo,
el cuerpo todo me pasan;
los que conmigo escaparon
en Archidona quedaban. 30
Con la tal nueva el rey
la cara se le demudaba;
manda juntar sus trompetas
que toquen todas el arma,
manda juntar a los suyos, 35
hace muy gran cabalgada,
y a las puertas de Alcalá,
que la real se llamaba,
los cristianos y los moros
una escaramuza traban. 40
Los cristianos eran muchos,
mas llevaban orden mala;
los moros, que son de guerra,
dádoles han mala carga,
de ellos matan, de ellos prenden, 45
de ellos toman en celada.
Con la victoria, los moros
van la vuelta de Granada;
a grandes voces decían:
-¡La victoria ya es cobrada! 50